jueves, 23 de agosto de 2012

Módulo Campo de Oro, el CCAO en la Av. 16 de septiembre

Una participante de bordado muestra su creación con orgullo

En plena avenida 16 de septiembre, a la altura del sector Campo de Oro, presta sus servicios una pequeña pero acogedora escuela de labores: el CCAO Campo de Oro; sus aulas de clase están en el módulo de servicio de la comunidad de Campo de Oro. Dada la facilidad de acceso y cercanía de esta escuela, he tenido el placer de visitarla esta en varias oportunidades y aquí les dejo un recuento de mis visitas.

Conocí la escuela una mañana de febrero de 2012, tuve la suerte de llegar y encontrar a las alumnas y profesoras aún en el aula, ya que en el turno de la mañana asisten en el horario de 8 a 11 am y el tiempo apremiaba. Primero paso a conocer a la profesora Ramona Rojas; ella les enseña a bordado a máquina y a mano a un grupo de señoras que practican en todo tipo de prendas, algunas hacen edredones, otras cojines o ropa para sus nietas o sobrinas. Es evidente en ese salón que las personas que asisten a él, se han preocupado por mantenerlo en excelentes condiciones. Las paredes están limpias y todos sus instrumento de trabajo están en orden y en perfecto estado. Ramona me cuenta que entre ellas mismas recolectan el dinero para comprar la pintura  y todos los años pintan los salones; de esa colecta también salió el dinero para reparar los mesones de trabajo. Me despido de estas alumnas y me voy a conocer a la profesora de peluquería, su nombre es Isabel Durán y tiene un grupo de 20 mujeres que reciben clases de peluquería de lunes a viernes de 8 a 11 am. Se ve que todas son muy jóvenes, me alegra verlas aprender este oficio tan solicitado por la población venezolana. Termino mi recorrido ese día y me regreso a la oficina. 

Pasados un par de meses encuentro de nuevo en la escuela a la profesora Ramona, le llevo una tela de cuadros rosada que encontré en la oficina, al parecer la coordinadora anterior la compró para hacer unas cortinas y la dejó al irse, Ramona y sus alumnas la reciben con mucho agradecimiento; a mí me asombra ver tal respuesta ante tan pequeña colaboración, y mayor fue mi sorpresa cuando en la exposición de fin de año escolar el 11 de julio de 2012, varias de las participantes me mostraron piezas bordadas por ellas donde habían utilizado la tela que les llevé; resulta que la profesora dividió la tela y cada participante le dio un pedacito para bordar y ellas muy emocionadas mostraban el resultado del trabajo de sus manos en ese pedazo de tela. 

Encuentro en otra ocasión a la profesora Isabel con su grupo de peluquería; les llevo unos peines y tijeras que pertenecían a una escuela de labores recientemente cerrada. Todas están muy alegres por las herramientas de trabajo, así sean usadas. Preguntan cuando les llevaré más cosas, necesitan secadores y planchas para alisar cabello; nada me alegraría más que complacerlas pero se escapa de mis manos. Con suerte habrá dotación el próximo año escolar. 
Modelo de la especialidad de peluquería


Llegado julio nos encontramos de nuevo en el desfile-exposición de fin de año. Esta vez Egolina Ramírez, directora de este centro y de otros 4 más, ha reunido a sus profesores de peluquería de Campo de Oro, Santa Mónica, El Arenal y la Milagrosa y las profesoras de corte y costura, bordado y manualidades en su solo lugar y hacen una exposición en conjunto. Se lleva a cabo en en el Centro Cultural Carlos Febres Pobeda. En el patio del mismo están las mesas con todos los bordados y hay una mesa con trabajos de manualidades. Todos los asistentes están bien vestidos y las profesoras muestran con orgullo la producción de sus alumnas. Las estudiantes de peluquería han construido unos libros con todos los aprendizajes adquiridos en el año escolar, todos muy prolijos. Pasamos al auditorio donde es el turno de los estudiantes de peluquería y corte y costura de mostrar sus creaciones por medio de modelos. La tarde se pasa rápido entre poses y fotos. Al final nos reunimos las profesoras y la directora. El desfile ha sido un éxito sin lugar a dudas. Ayudamos a recoger las sillas y nos sentamos a tomar un trago mientras descansamos.
Especialidades: peluquería, bordado a mano y corte y costura. 
Horarios: mañana y tarde. 
Ubicación: Módulo de servicio del sector Campo de Oro, avenida 16 de septiembre, Mérida, Venezuela. 
Contacto: dptoadultos@gmail.com

miércoles, 22 de agosto de 2012

CCAO Canónigo Uzcátegui, una antigua escuela de labores

Teodolinda Maldonado, directora del CCAO Canónigo Uzcátegui

Luego de un par de llamadas a la directora del centro , licenciada Teodolinda Maldonado, arreglamos que haría mi primera visita la tarde del 6 de marzo de 2012. Al llegar a la escuela me recibe la misma Teodolinda, vestida con el uniforme informal de la escuela, me pide que nos apresuremos haciendo el recorrido por las instalaciones para luego reunirnos con todas las profesoras en la dirección de la escuela. 
La directora me guía por los salones. Estuvimos con la profesora María Torres, a quien cariñosamente llaman Marita, en su salón de labores. El salón está lleno de estudiantes dedicadas a bordar y a hacer lencería; la clase es bastante popular y la profesora guía a 3 grupos diferentes en una misma escuela. Se entiende el porqué, no solo es Marita una excelente docente, es una mujer muy amable y encantadora. De allí seguimos al aula de Eloisa Dávila, instructora de corte y costura; todas saludan y hacen notar que les hacen falta máquinas de coser para trabajar más cómodamente, no solo a su grupo, las estudiantes de lencería también las necesitan. Subimos al aula de la profesora Carmen Guillén con sus estudiantes de anime y floristería. En el salón hay un grupo grande dedicado a hacer centros de mesa de masa flexible, las piezas se ven muy llenas de vida, casi reales con tantos colores y detalles. La profesora Carmen también tiene 2 grupos de estudiantes, ya que su clase es bastante solicitada y todos los que asisten al curso y la conocen, saben de la calidad y variedad de sus enseñanzas. Luego terminamos el recorrido con la profesora de peluquería Josefina Ibarra. En su salón todos los estudiantes trabajan con esmero, unos hacen peinados, otros secados de cabello; el salón se siente como una peluquería real con todos los productos y artefactos propios del oficio.
Nacimiento realizado en la clase de la maestra Marita

Finalizado el recorrido, vamos de vuelta a la dirección. Allí nos esperan todas las instructoras, tanto del turno matutino como el vespertino. Todas ellas perfectamente ataviadas con el uniforme del centro. Aprovechan el momento para hacerme saber todas las necesidades de la escuela en cada especialidad y sus preocupaciones propias como docentes; yo las escucho con atención y registro todo. Sin embargo, su necesidad principal es tener una sede propia, todas están de acuerdo en eso. Teodolinda se levanta y busca un libro donde ha registrado todas sus peticiones a numerosos entes para la construcción de la sede de la escuela. El libro es muy grueso, tiene copias de artículos de periódico, todos los oficios que ella misma ha llevado a la gobernación del estado Mérida, a la alcaldía de Campo Elías, a cualquier ente que pudiera apoyarla. También tiene un proyecto completo para la construcción; todo hecho gracias a su esfuerzo y la cooperación de todo el personal de su escuela. Salta a la vista su dedicación y constancia. Esperemos que esta escuela de casi 200 años de antigüedad pronto cuente con su propia sede. 
Los gatos de Amélie. Cuadro de la clase de dibujo y pintura.

Me despido de ellas y quedo con el compromiso de regresar en julio a su exposición de fin de año. Meses más tarde las acompaño en ese hermoso evento en una calurosa tarde ejidense. El acto final es una muestra del empeño, dedicación y sentido de pertenencia de una comunidad dentro de una escuela. No queda otra sino sonreír y felicitar de todo corazón a todas las personas que lo hicieron posible. 

Especialidades: labores, corte y costura, dibujo y pintura, peluquería, floristería y anime, lencería, culinaria y repostería. 
Ubicación: Calle El Porvenir, Antigua sede de los bomberos, Ejido, municipio Campo Elías, Mérida, Venezuela. 
Contacto: dptoadultos@gmail.com

martes, 21 de agosto de 2012

El CCAO Padre Barillas en el Manzano Bajo, Ejido

Participantes y profesoras del CCAO Padre Barillas

A finales de marzo de 2012, me encontraba en el municipio Campo Elías con la directora Carmen Salazar y decidí hacer una visita a la escuela de labores Padre Barillas. Comenzaba a llover cuando bajamos del Salado Bajo al sector Manzano Bajo. Carmen conoce bien el lugar, se estaciona y me dice: allí funciona la escuela de labores. Es una casa familiar de dos pisos en un sector residencial. Descendemos y entramos de una vez. Apenas al entrar se ve la escalera de caracol que conduce al aula de la escuela de labores. Subimos y están allí un grupo de señoras que cortan, cosen y hablan enérgicamente. 

Carmen me cuenta que la escuela tiene una antigüedad de once años, y aunque depende de la Dirección de Educación del Estado Mérida, el pago del alquiler del aula lo hace la Alcaldía de Campo Elías. En este lugar se reúnen todas las tardes dos grupos de participantes que aprenden corte y costura y lencería. Las facilitadoras de estas especialidades son María Susana Flores y María Isabel Santiago. Luego nos sentamos y compartimos todas un cafecito y las profesoras comienzan a relatar qué técnicas trabajan con sus participantes y qué son capaces ellas de hacer una vez han terminado su escolaridad en el centro. Ahora hemos trabajado mucho cómo hacer ropa interior, expresa una de las maestras; para nadie es un secreto que la ropa íntima es muy costosa y en realidad se gasta muy poco material para producir este tipo de prendas, continúa. No sólo aprenden a confeccionar ropa interior, se vuelven expertas en la realización de variedad de prendas de vestir, cojines, bolsos e incluso tapetes. 

Todas estas mujeres son, sin duda alguna, muy trabajadoras. Algunas de las alumnas son amas de casa, otras son profesionales que van a aprender un nuevo oficio. Mientras discutimos y analizamos las necesidades de la escuela, algunas de ellas hablan con timidez, pero de repente una de ella se levanta y dice: profesora, si me lo permite, quiero hablar. Por supuesto, le respondo, vine aquí para conocerlas y escuchar sus inquietudes; me gusta su actitud. Ella habla rápido y con fuerza, me dice: ¿usted cree que yo sabía pegar un botón cuando ingresé a la escuela? Pues no, no sabía nada de esto, ni qué era coser un ruedo. Míreme ahora, ahora puedo hacer esto y me muestra un cojín, lo abraza y lo besa; mi esposo me dice que estoy loca porque yo quiero montar en la pared las piezas que he hecho y exhibirlas como mi logro, es que me siento muy orgullosa de mí y, claro está, de mis profesoras, estas mujeres son excelentes maestras y me han tenido tanta paciencia, a mí, la que no sabía nada, termina.

Hablamos por un momento más y anoto en mi hoja de visitas mi experiencia. Me voy de vuelta a Ejido con la profesora Carmen Salazar. Hablamos de todo un poco, me confiesa que a ella le gusta mucho venir a visitar esta escuela porque siempre la pasa bien allí y se divierte, yo estoy de acuerdo con ella.

Especialidades: corte y costura, lencería.
Ubicación: calle Urdaneta, primera transversal con calle 2, casa nro 8, Manzano Bajo, Ejido. Mérida, Venezuela. 
Contacto: dptoadultos@gmail.com


jueves, 16 de agosto de 2012

De visita en Rivas Dávila; las escuelas del Valle de Mocotíes

Participantes y personal del CCAO Herenia Acedo de Vásquez

Luego de una largo viaje con frecuentes paradas de autobús y una carretera obstruida en tramos a causa de las lluvias, finalmente llegué a Bailadores donde en el terminal pasaría recogiéndome Magaly Arellano, directora de 4 centros de capacitación de artes y oficios en Bailadores. Era el 26 de marzo de 2012 y la tarde comenzaba a nublarse. Magaly me dijo que había que apurase si queríamos recorrer las 4 escuelas. 

Por ello partimos inmediatamente a conocer el CCAO Herenia Acedo de Vásquez. Desde el frente la escuela luce como una casa, con habitaciones construidas alrededor de un patio; el jardín está muy bien cuidado y en las puertas de los salones se asoman estudiantes que están pendientes de la visita de la Coordinación de Adultos de la DEPPECD. Así recorrimos el salón de culinaria, de labores, de dibujo y pintura, secretariado computarizado, manualidades y corte y costura. Todos los presentes comentan sobre las mejoras que quieren ver en la escuela; les gustaría verla más grande, cambiar el techo de acerolit. Sé que tienen razón, pero yo veo la escuela y la encuentro encantadora, todos los salones están muy limpios y organizados con carteleras alusivas a las especialidades que en ellos se enseña. A pesar de haber visitado ese municipio solo 3 veces, puedo asegurar que sus habitantes tienen un especial sentido de pertenencia y de cuidado de las instituciones y bienes de la comunidad.
Seguidamente fuimos al CCAO Las Playitas. Vamos por una carretera siempre en subida, comienza a descender la neblina y se ven todos los cultivos de hortalizas; los de ajoporro y repollo tienen un color azulado, es hermosa la vía. Así llegamos a una casita en donde una habitación se imparte clases de cerámica. Es un lugar pequeño donde solo hay unos mesones y unas bancas donde se sientan a trabajar las participantes. La profesora no está en ese momento; acaba de salir del hospital y está de reposo. La conozco meses más tarde en la exposición de fin de año en la Herenia Acedo de Vásquez. Se llama Teresa Rosales y muestra orgullosa las piezas que hicieron sus participantes. Todas son de masa flexible porque ellas no tienen horno para quemar sus piezas. 
De Las Playitas nos dirigimos a Mesa de Bodoque, allí funciona el CCAO Sara Benavides en lo alto de una colina, también con vista a cultivos. Pasamos al interior de la casa donde nos esperan. Hay mujeres de todas las edades quienes hacen manualidades, en el momento cosen, bordan y hacen trabajos de patchwork. Algunas están allí con sus hijos de mejillas rosadas. La instructora de manualidades me explica cuáles técnicas trabajan en su clase, me enseña bolsos y cojines hechos por las estudiantes; ahora no tenemos muchas piezas, dice; a fin de año ya verá todo lo que hemos hecho en la exposición, afirma. Tomo algunas fotos, todos posan felices. Luego nos sentamos y comemos arepitas dulces de trigo, arroz con leche y tomamos café. Hospitalidad pura. 
CCAO Sara Benavides

Terminada la visita, partimos al CCAO La Playa. Ya se acerca la noche y Magally me dice que allí trabaja la profesora quien me dará posada esa noche; ella se llama Belkis y es instructora de corte y costura. Este CCAO se encuentra en la población de La Playa, justo al frente de la plaza Bolívar de la comunidad. Es una escuela de color amarillo con rejas de hierro forjado negro y techo de tejas. La alcaldía les construyó la sede hace unos años y el resultado fue espléndido. Primero conozco a la profesora Janette Rodríguez, ella es instructora de manualidades y este año escolar 2011-2012 lo dedicó a trabajar la madera y piezas en MDF. El salón está repleto de piezas; hay lámparas, portarretratos, cuadros y gaveteros. Janette me cuenta que ella misma trae sus sierras y caladoras para que los estudiantes hagan sus piezas y luego las pinten; a veces ellos también van a su casa a usar sus herramientas. Luego conozco a mi anfitriona de esa noche, la profesora Belkis Bonilla; les enseña en el momento a sus alumnas a hacer edredones bordados, juegos de baño y tapetes. La espero y nos vamos a su casa. Cenamos juntos con su familia junto a sus 2 nietos que no paran de hablar. Me divierten mucho sus historias y verlos discutir por cosas de niños. La mañana siguiente me voy de La Playa. La profesora Belkis me acompaña a Tovar a tomar mi autobús. Disfruto la vista de la carretera mientras recuerdo su amabilidad y la buena experiencia en todas las escuelas.

Profesora Belkis Bonilla con su nieta en CCAO La Playa 
Ubicación: Bailadores, Mesa de Bodoque, La Playa y Las Playitas en el Valle de Mocotíes, Mérida, Venezuela.
Especialidades: secretariado computarizado, manualidades, labores, culinaria, dibujo y pintura y cerámica.
Álbumes en Facebook:
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miércoles, 15 de agosto de 2012

Una mañana en la escuela de labores de Santa Cruz de Mora

Plaza de Santa Cruz de Mora

En febrero de 2012 tuve el placer de conocer en una jornada de actualización docente a Carmen Moreno, directora de los Centros de Capacitación de Artes y Oficios de Santa Cruz de Mora y Mesa Bolívar en el municipio Antonio Pinto Salinas. En ese primer encuentro se acercó a mí y me pidió encarecidamente que fuera a visitar sus escuelas. En el momento que la conocí, causó una muy buena impresión en mí, y éste es un sentimiento que comparten todos hacia ella, ya que ella promueve mucho la realización de manualidades con material de desecho y habla de su trabajo con muchas ganas; estábamos todos reunidos en un salón el personal de educación para adultos del Valle de Mocotíes cuando mostró un cofre hecho de viales de inyectadoras de acero, entretejidos con cinta roja, un trabajo realmente encantador y ecológico. 
Personal de CCAO Santa Cruz de Mora y Mesa Bolívar


A finales de marzo de 2012 fui una mañana a Santa Cruz de Mora para conversar con todas las instructoras y ver el estado de la escuela de labores. Ese día estaba cerrado el paso a Mesa Bolívar y nos reunimos todas en el CCAO Santa Cruz de Mora. Comenzamos el recorrido por las aulas y mencionaron ciertos problemas con la insfraestructura del lugar. La instructora de secretariado computarizado me explicó detalladamente los contenidos que aprenden las participantes e hizo énfasis en las necesidades de su especialidad en la escuela, así lo hizo también la instructora de manualidades. 
Cofre de masa fexible símil bronce

Más tarde nos congregamos en un salón grande las instructoras, la directora, el personal obrero y yo. En ese momento hablamos de la importancia que tienen los centros de capacitación en la educación para adultos y de la trayectoria que llevan los mismos dentro de su comunidad. Sin duda alguna es un recurso que no se puede perder y es un tipo de educación que merece más reconocimiento en Venezuela. Con todas las notas en mi libreta y con el acta de visitas, partí al mediodía del lugar y no he podido regresar de nuevo. En una reciente conversación con la directora Carmen Moreno, me expresó que estaba un poco delicada de salud. Le deseo que recupere su fuerza y que siga con su trabajo en las escuelas con la vitalidad de costumbre. 

Especialidades: secretariado computarizado, corte y costura y manualidades. 
Dirección: diagonal a la Plaza Bolívar de Santa Cruz de Mora, municipio Antonio Pinto Salinas. 
Contacto: dptoadultos@gmail.com

Las manualidades de Aminta Lobo en la escuela de labores El Salado Alto

Figuras de africanas de alambre y masa flexible

En el módulo de servicio "El Salado Alto" en la vía que lleva a Jají, tienen sede varias instituciones gubernamentales de atención a la comunidad. Convergen el cuerpo de bomberos, un consultorio médico y también hay un salón donde presta sus servicios el Centro de Capacitación de Artes y Oficios El Salado Alto. A esta aula de educación para adultos asisten unas 10 alumnas; éstas son guiadas por la instructora Aminta Lobo, quien les enseña diversas técnicas de manualidades todas las tardes. 
Negritas hechas con taparas


En mi primera visita al centro en febrero de 2012 con su directora Carmen Salazar, encontré un pequeño grupo participantes ,que con gran entusiasmo, construían figuras de mujeres africanas con alambres y masa flexible. Comienzo a conversar con ellas y me explican cómo las realizan; empiezan armando el cuerpo de las figuras con alambre y forran el alambre con masa flexible coloreada; una vez se seca la pieza, las decoran con ropa, les ponen joyas y demás adornos. Las participantes se muestran apasionadas por su trabajo y todo lo que producen. En el grupo de estudiantes está la doctora que da consulta de en ambulatorio del módulo. Ella se siente muy orgullosa por todo lo que es capaz de hacer en manualidades gracias a la profesora Aminta. Me lleva a su consultorio y me muestra cómo lo ha decorado con motivos infantiles. Se contagia y alegría y amabilidad.


Pasados ya unos meses, me encuentro con ellas nuevamente en la exposición final del año escolar 2012-2013. Esta vez el saloncito está a su máxima capacidad, con unas 12 estudiantes y todas sus obras. Arregladas cuidadosamente están todas las piezas, hay muñecas de trapo, esculturas de masa flexible, negritas hechas con bases de tapara, jarrones hechos de papel reciclado y pinturas. El esfuerzo que han hecho es enorme para hacer tantas piezas. La tarde pasa entre pasapalos y bebidas; se escuchan intercambio de técnicas y deseos de más aprendizajes futuros. 

lunes, 13 de agosto de 2012

La escuela de labores La Calera en El Manzano Alto, Ejido.

Instructora Maritza González con portarretrato hecho por una alumna


En febrero de 2012 acordé visitar algunas de las escuelas de labores dirigidas por Carmen Salazar; acordamos encontrarnos en Ejido donde ella pasaría buscándome para conocer el primer centro: la escuela de labores La Calera. Me tomó por sorpresa que estuviera ubicada muy cerca de mi casa y que muchísimas veces había pasado frente a la misma sin darme cuenta de las actividades que sucedían adentro. Esta escuela es bastante peculiar, funciona durante las tardes en una pequeña capilla en el sector La Calera  del Manzano Alto, parroquia Montalbán del municipio Campo Elías. Ahí se reúne un grupo pequeño de participantes quienes trabajan diferentes técnicas de manualidades con la profesora Maritza González; ella se muestra muy preocupada por las condiciones de vida de las alumnas. Afirma que muchas de las participantes cuentan con pocos recursos y pocas herramientas para laborar. En la escuela al menos aprenden técnicas para producir con sus propias manos. 
Casita hecha con material reciclado y masa fexible

Meses más tarde en julio de 2012 durante exposición de final de año, se evidencia claramente el resultado de su trabajo. Hay cojines con bordados espléndidos, tejidos en crochet, casitas hechas de material reciclado, pijamas y otros artículos. Las participantes se muestran impacientes por iniciar la exposición y causar una buena impresión; traen dulces y café caliente. Entregamos los diplomas del fin del curso y aprovechan la oportunidad para pedir cooperación de materiales de trabajo para el próximo año escolar. Se sienten agradecidas del aprendizaje obtenido, la profesora Maritza González y la directora Carmen Salazar se ven complacidas y orgullosas. A pesar de las dificultades parecen lograrlo cada año y se nota su constancia y dedicación.
Participantes de la comunidad con diplomas de fin de año escolar
Especialidades: manualidades.
Ubicación: Capilla La Calera, Sector La Calera en el Manzano Alto, Ejido estado Mérida, Venezuela.
Contacto: dptoadultos@gmail.com

viernes, 10 de agosto de 2012

Centro de Capacitación Módulo Santa Elena

Ubicado en el centro de la comunidad de Santa Elena se encuentra este Centro de Capacitación de Artes y Oficios. El mismo funciona en un Módulo de Servicio de la comunidad donde se presta atención médica ambulatoria y de odontología  de la Universidad de Los Andes; a un costado del mismo se encuentra también la prefectura de la comunidad. Es ahí, en ese módulo comunitario, donde la escuela de labores tiene su sede. Distribuidos en dos salones convergen maestros que fueron reubicados del antiguo CCAO Costurero Popular y los que originalmente estaban en el módulo. De allí que las dos aulas estén siempre colmadas de estudiantes y profesores. En las mañanas dividen los salones para enseñar encuadernación, electricidad y corte y costura. En las tardes trabajan con tareas dirigidas con niños de la propia comunidad y peluquería. 

En mis varias visitas al centro he notado la dedicación de los maestros; quienes están allí siempre temprano y se muestran apasionados por su escuela y el sentido de pertenencia a la comunidad de Santa Elena. Tal es el caso de la maestra Marilyn Montilva, quien es la líder en las tarde de un grupo de niños de todas las edades que van al módulo a hacer sus tareas. Hay un grupo muy heterogéneo en colores, tamaños, edades; todos quieren llamar la atención de su maestra mientras pelean por libros, por quién leerá mejor, por quién será el próximo en recibir la atención personalizada de la maestra. Hay siempre alboroto en el salón y todos quieren trabajar, que los ayuden con sus exposiciones, que los ayuden a entender algún tema de su clase. Así mientras la tarde pasa, aparece un profesor cubano que les enseña ajedrez a los niños, también ping-pong; él trae cotufas y comparten todos un refresco también. Da gusto verlos allí, en un saloncito pero felices. La profesora Marilyn me cuenta cómo ha conseguido libros y materiales para la escuela; me llaman la pide-pide, dice con orgullo. Yo me enorgullezco de ellos, de su labor, de su sentido de pertenencia y su constancia. Espero que comience pronto este año escolar para hacerles una nueva visita.

Cursos de peluquería, corte y costura, encuadernación, refuerzo pedagógico y electricidad.
Dirección: Módulo de Servicio Santa Elena, calle 1 entre calle 6 y 8, Santa Elena, municipio Libertador, Mérida, Venezuela.
Contacto: dptoadultos@gmail.com 

jueves, 9 de agosto de 2012

La escuelita de labores de Santa Juana


A mediados de febrero de 2012 salí a conocer el Centro de Capacitación de Artes y Oficios de Santa Juana; sinceramente pensé que lo localizaría fácilmente debido a mi extenso conocimiento de la zona. A eso de 10.00 am me encontraba caminando por la avenida principal preguntando a personas en fruterías, paradas, la iglesia y otros lugares. Confundida fui a dar un par de escuelas más: Las Delias y Padre Bilbao. Luego de caminar de vuelta al comienzo, avisté el módulo de servicio comunitario donde también funciona un ambulatorio y en la parte de atras del mismo, está el salón de la escuela de labores. Cuando llegué era un poco tarde y la profesora ya casi se devolvía a su casa. Me presenté e ingresamos al salón. Hacía bastante calor al mediodía y el espacio estaba vacío con sus mesones y sillas, un clóset y varios estantes de metal y la cartelera. La profesora Hilda Molina, una mujer pequeña, delgadísima y muy vivaz, se sentó explicarme cómo trabajaban las estudiantes de su grupo matutino de manualidades mientras yo anotaba todo en mi libreta. En mi clase aprenden de todo, dijo. Aquí aprenden a tejer, bordar, pintar, a hacer lencería y a trabajar con masa flexible, continuó. Al final del año en la exposición ya verá todos los trabajos que las estudiantes hacen. Los 18 años de experiencia en manualidades de esta maestra son evidentes en la variedad de técnicas que manejan sus discípulas. 
Un par de meses más tarde hice una nueva visita, esta vez en el turno de manualidades de la tarde. En aquella ocasión encontré a la maestra de labores Gladys de Alarcón. En el salón estaban unas 10 mujeres quienes cortaban telas, bordaban y pintaban; cada una concentrada en su pieza. La profesora Gladys y yo hablamos sobre los cambios que le gustaría ver en la escuela. Al parecer hay un proyecto en el consejo comunal para ampliar los salones y mejorar las instalaciones; las alumnas intervienen y cuentan cómo han luchado por su escuela, incluso en ciertas ocasiones tuvieron que pelear con delincuentes que ingresaban en la noche a su salón a robar y a perjudicar el bienestar de la escuela. Hoy la escuela sigue en pie, sin interrupciones en el servicio que presta y como recurso de aprendizaje de la comunidad adulta de Santa Ana.
Luego de hacer mi reporte, me despedí y prometí visitarlas en la exposición de fin de año. La misma se hizo el 14 de julio del 2012; con una espléndida muestra de trabajos resultado de la cooperación de participantes y maestras. Aquí comparto con ustedes unas imágenes.

TSU Katty Gutiérrez, maestra Hilda Molina y la directora Zugey Peña comparten opiniones el día de la exposición.

jueves, 2 de agosto de 2012

Las escuelas de labores en el corazón de Ejido, Mérida

Después de haber pasado mis primeros días en la oficina de la Coordinación de Adultos de la Dirección de Educación del estado Mérida, comenzaba a tener una sensación de encierro; así que, en mi cuarto día institucional, salí al final de la tarde a conocer mi primer Centro de Capacitación de Artes y Oficios: el Módulo San Isidro. Elegí uno que quedara en la misma ruta a mi casa y fue así como fui a parar en el Centro Comercial Centenario en Ejido, Venezuela. Anteriormente había hablado con la directora de la institución quien me comentó que bajara en esa parada. Eran las 5 de la tarde cuando llegué y ya comenzaba a refrescar un poco la tarde ejidense. 
Aunque había pasado frente a la escuela muchísimas veces, no tenía la mínima idea de en esas instalaciones funcionara una escuela de educación para adultos tan grande y acogedora. Le pregunté a una mujer en la calle para si en esos salones funcionaba la escuela, ella asintió y entré. Pasé por el pequeño jardín que tienen en el centro y me dirigí al primer salón que encontré a mi izquierda, allí estaba un grupo de unas 10 personas que esperaban comenzar su clase de culinaria y mientras tanto tomaban su respectivo cafecito. Las saludé a todas, ,me presenté y minutos más tarde una de ellas me llevó a la oficina de la directora. Cruzamos el solar y llegamos a la oficina. 
Allí se encontraba la directora de la escuela María Asunción "Asunta" Briceño, una elegante señora quien me recibió con una sonrisa. Nos sentamos e iniciamos la ronda de preguntas y respuestas; yo no conocía nada sobre la escuela y por suerte,  ella estaba muy dispuesta a darme detalles todo, sin duda, le gusta mucho conversar. Acompañadas por una taza de café, me explicó que ella dirigía dos escuelas que funcionan en las mismas instalaciones, el Módulo San Isidro y la Eloína Sánchez de Ramírez; una de escuela vespertina y la otra, una escuela nocturna. Me habló de todos sus facilitadores con mucho orgullo; a medida que ella hablaba, llegaban los mismos docentes a la oficina antes de ingresar a sus clases a las 6 pm y la saludaban con mucho aprecio. Se sentía como una especie de ritual, un intercambio casual y relajante antes de iniciar su faena. Allí conocí a la profesora Daicy Boscán, quien con simpatía zuliana decía uno que otro chiste y me hablaba de sus profesiones y de sus alumnos de su clase de dibujo y pintura; me impresionó y se quedó grabada en mi mente como maestra y artista. Las demás instructoras conversaban también sobre su trabajo y su vida como maestras de corte y costura, manualidades y peluquería. Minutos más tarde, se incorporaron a sus aulas. 
Retrato en óleo hecho por una alumna de la clase de dibujo y pintura de Daicy Boscán.

Me quedé sola con Asunta, me dio más información sobre los participantes a la escuela, especialidades y cómo trabajan todos para mantener la escuela en excelentes condiciones que saltan a la vista. Decía Asunta: hay alumnas que tienen años aquí y rehúsan que les entreguen un diploma porque quieren seguir viniendo a clases; definitivamente somos más que una escuela común y corriente, aquí nos preocupamos los unos por los otros. Ya había caído la noche y era hora de ir a otro centro. Me despedí y me sentí muy orgullosa de su trabajo, tanto como si fuera resultado de mi propio esfuerzo.
A la derecha: Asunta Briceño en exposición final de año de dibujo y pintura

Dirección CCAO Módulo San Isidro- Eloína Sánchez de Ramírez: Calle El Porvenir, antigua sede de los bomberos, Ejido, Mérida, Venezuela. 
Especialidades de educación para adultos: secretariado computarizado, peluquería, repostería y culinaria, manualidades, dibujo y pintura, corte y costura y reciclaje. 
Contacto: dptoadultos@gmail.com

miércoles, 1 de agosto de 2012

128 años de historia de las escuelas de labores

Ya casi se cumplen 6 meses de haber comenzado la tarea de supervisar el funcionamiento de los Centros de Capacitación de Artes y Oficios, también llamados Escuelas de Labores o Escuelas de Artes y Oficios, dependientes de la gobernación del estado Mérida. En un principio desconocía casi por completo la naturaleza de estas instituciones, pero luego de llevar a cabo las visitas correspondientes y de haber tenido largas charlas con los directores y personal de las mismas, puedo hablar con más propiedad del porqué de su existencia y cuán relevantes son para las comunidades donde se encuentran. 
La primera escuela de labores se creó en Venezuela en el año 1884 durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco y siguen en pie en la actualidad; su propósito fundamental se basa en la premisa de enseñar a jóvenes y adultos técnicas que les permitan producir piezas artesanales de diferentes materiales y aprender oficios vitales para el desarrollo de las comunidades. En el estado Mérida las escuelas de labores dictan clases de peluquería, corte y costura, lencería, cocina y repostería, manualidades, dibujo y pintura, reciclaje, secretariado computarizado, bordado e incluso algunas de ellas reciben niños en especialidades de encuadernación y refuerzo pedagógico. La escolaridad en cada especialidad tiene una duración que varía entre 1 ó 2 años y al final del curso los participantes reciben un diploma que los acredita como personas capacitadas para desarrollar el oficio que eligieron, siempre y cuando hayan adquirido las habilidades necesarias para aprobar. 
Éstas son las líneas generales sobre el funcionamiento y el inicio de las escuelas, sin embargo, acercarse a conocerlas y ser testigo de cómo operan, abre los ojos a un mundo de enseñanza andragógica con una dinámica cooperativa, casi familiar. Mujeres y hombres que se reúnen cada día en estos espacios a compartir técnicas y ese savoir faire con las manos; gente que aprovecha estas horas de aprendizaje para alejarse de sus realidades cotidianas y obtener un bono extra al hacer una suerte de terapia que no se logra en ninguna escuela convencional.